El movimiento se encuentra en una crisis muy fuerte, el número de compañeros en la jornada va a menos por las condiciones económicas más que por el ímpetu de luchar contra la reforma laboral disfrazada de reforma educativa; la represión por el desalojo del Zócalo mermó la condición de combatividad de las bases generando en una buena psicosis que no permite acciones más fuertes por que los comisionados saben que su situación personal está de por medio, unas negociaciones que no dan muchos frutos. Sin embargo, existen ya un movimiento nacional que nadie dimensiona, los diferentes grupos sindicales del país están reaccionando contra esta ley, los jubilados se manifiestan, padres de familia están marchando junto al magisterio, hoy la situación que no preveían se está dando el movimiento va creciendo. Nos encontramos en un punto medio en el que se cae todo o se sostiene para levantar está jornada nacional de lucha. Se sabe que existen intereses pero debe prevalecer la unidad para derogar es
Algunas cosas pasan desapercibidas, pequeñas cosas que nos hacen vivir y que podemos dejar en el tiempo. Las letras nos mantienen en la eternidad.