“A veces te odia porque eres judío y otras veces te odia porque eres palestino. (Antes, hallaba insoportable que fueras numantino, albigense, bruja, negro o gitano.) Puede ser que te deteste porque resistes y defiendes tu tierra o que te abomine porque reclamas tus derechos. Busca exterminarte porque te niegas a cambiar de religión o porque abrazas otra religión o porque no tienes religión alguna o porque comes tal cosa, o porque no comes tal otra, o porque bebes cerveza, o porque no consumes cerveza de su marca. Si eres pobre te odia casi siempre; si eres indio y campesino hará cuanto pueda por borrarte de la estadística; si eres mujer que hace lo que quiere, si eres hombre que llora sin vergüenza, si organizaste un sindicato libre, si no vendiste tu dignidad, si te le ríes en su cara, si lo descubres, si buscas destronarlo, querrá tu destrucción. Así es eso. Y no cambia aunque aprenda a comer en juego de seis cubiertos, aunque se ponga una corbata, aunque