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Mostrando entradas de 2012

El sueño del consumo

Estar entrando a un comercio es ya un circo donde todo mundo se queda a ver algunas de las funciones que mas le llamen la atención: computo, televisiones de tantas pulgadas y demás formas en que el petróleo se pueda moldear. En esta ocasión pude notar a dos niños, uno de apenas tres o cuatro años y el otro de mas de veinticinco. Comenzando a andar en el local observo un bloqueo una canastilla pequeña mantiene bloqueado el paso noto que un pequeño esta embobado observando un juguete y con su manita se pone a manipularlo con la otra sostiene la manija del contenedor, un toque y el muñeco se mueve prendiendo una luz, el padre a cierta distancia mantiene su atención en una computadora de tanta capacidad y de tantas pulgadas. El niño sigue concentrado mientras que el padre se percata que alguien no puede pasar, pero en mi curiosidad mantengo la mirada sonriendo con la actitud que tiene el pequeño. Al ver que esto sucede prefiero buscar el camino alterno dando una vuelta al estante encuen

Mujer de fuego.

Mil veces Reyna Mil veces Las diosas celan lo que eres. Cientos de súbditos se Postran ante ti Por tan solo una sonrisa, Un beso Una caricia El mar no calma la sed De quien con tu calor Prende el amor caído. Mujer de fuego Llena de vida No te arrepientas de lo hecho Sigue Camina Goza Vive.

El artista

Llegando a casa sin mucho que hacer, en el camino se detiene la marcha, un semáforo lo exige. Quien busca el pan se adentra en cualquiera de las artes callejeras. Se para frente a los carros iniciando el acto que lo va a mantener con vida, unas naranjas su instrumento de trabajo. Una es lanzada al aire manteniendo al público en su atención. Salen por un lado por el otro, son recibidas por la espalda, entregadas al aire y recibidas en la otra mano que la tiene esperando en todo momento, una gran maestría de su acto. Mientras tanto algunos de los conductores esperan a que el semáforo marque en verde para seguir su camino, muy pocas personas mantienen la atención, la vida rutinaria te lleva a dejar a un lado todo aquello que pasa alrededor. Problemas, dinero, rutina, ruido, amar, querer; tantas cosas que llevan a uno dejar lo que hace. El tiempo pasa, es hora de comenzar a recibir el cariño del público. Unas monedas que sirven de mucho para el hambre que nunca cesa. Una sonrisa ac

Los arcoiris

En ocasiones no se sabe a donde vamos. Caminamos sin tener un rumbo fijo, aparecen y desaparecen las personas en el camino. Algunos se quedan otros se van pero acaso uno al encontrar a alguien lo extraña aun mas cuando está cerca de uno y te pide tiempo. En este día pensaba que las cosas saldrían mal, un día mas de manera normal. Levantarse e ir al trabajo. Un total silencio una total tristeza, vacío en el cuerpo y en el alma. Pensando de esa manera a donde voy a llegar. No deseo caer otra vez en lo mismo. Esa esperanza es mas agonía que posibilidad. Ese ignorar es mas difícil, ese tiempo es complicado. En el camino manejando pude ver un arcoiris, llevaba tiempo que no lo hacia o creo haber perdido las ganas de observar mi entorno dejando todo a la rutina el dejar la novedad a un lado. Sonreí por el hecho que aparecía en el camino que me lleva a aquel pueblo. Esa esperanza es mas grande aunque lleve sufrimiento. Pero seguí en el camino a lo mismo. Mas a

El cagón.

Un domingo cualquiera, una día mas en el calendario, ocupado para descansar, comer, andar, amar, reír, llorar para todo aquello que nos apetezca. En este día tengo una salida, no es mucho, comprar unas cosas, pagar otras; me encuentro en la calle se acaba el recorrido y voy a buscar un reloj de pared, a la distancia veo un señor bien vestido, pantalón gris, playera blanca, cinturón negro, zapatos negros, un poco alto, moreno de aproximadamente cuarenta años o mas. A un lado de él la estación del ferrocarril en donde caminé y viajé hace mucho tiempo. Camina sin mas, pero llegando a una esquina se queda quieto, observa por todos lados y regresa rápidamente, sigue observando y sin mas se apresura a quitarse el pantalón y se sienta a cagar. La sorpresa no solamente es mía sino de todos los que están acudiendo al tianguis a comprar la despensa de la semana. Un grupo de polleros lo observan, el mientras concentrado en su esfuerzo, un taxista con la llanta ponchada le mira por un

El gran vendedor.

Caminando y caminando por el parque, viendo de un lado al otro cruzar personas. Algunos sentados sin mas esperando a alguien o perdiendo el tiempo, no se que sea de ellos; pensando en mi máximo objetivo un poco de fruta,algo que sacie mis ganas de consumir algo dulce. Nada mas no encuentro nada bueno, es mas no encuentro a ni una vendedora que me permita comprar algo de fruta. Casi me doy por vencido, a punto de decir ya mejor me compro una nieve, cuando observo una señora de edad avanzada lleva en una de sus manos unas diez servilletas de diferentes colores –servilletas, servilletas- va diciendo en su andar en la otra mano va tomando la de un niño que al igual que ella lleva una servilleta en su mano. Este al andar no va diciendo nada, va observando a las demás personas mientras que su manita izquierda simplemente se dedica a levantar la servilleta. Cerca a mi el voltea y le dice – abuelita ya me cansé de vender- baja la mano y le da la servilleta; ella la toma y le dice –¡huevón!-.

Mentiras

Ayer fue un día muy complicado, el callar, el hacer como si nada pasara y quedarse en el silencio. No pude mas, pedí un favor que al final no me resulto tan bien como lo esperaba. El problema se hace mas grande, en quien confía uno y al final por fantasear por sentirse bien durante un instante prefiere dañar, mentir un momento. Eso fue todo, se acabó.

Picardía.

No se que halla sido pero se me hizo algo curioso, sucede que en estos días he ido un poco a hacer ejercicio, ya pesas por todos lados, sudor, cansancio, corazón latiendo por el esfuerzo, se termina la rutina es hora de partir, pero antes de eso veo a una niña en la ventana, observando atentamente y tomando un celular del cual escucha música de banda a todo volumen, no le di importancia desde que apareció sino hasta el final. Sudando dejo las cosas que ocupé en su lugar, una persona mas se encuentra ejercitándose, la música de la niña ocupa el local completo, cuando la miro ella aparenta no poner nada de atención a lo que hace uno. Dejo a un lado el lugar, salgo, me encamino al carro y puedo observar como ella se abalanza a tomar fotos del muchacho que queda, foto tras foto, siguiendo sus pasos y movimiento al hacer los esfuerzos, una niña de no mas de 12 años, probablemente su primera ilusión, fantasía o yo que se. La música de banda, de borracheras y mujeres acompaña todo estas imág

Un poco de dolor

Hay dolor para todo, para pensar diferente cuando todo esta normalizado, actuar cuando te rigen normas impuestas, para hacer cuando te dicen que esta prohibido,pero los dolores mas fuertes son los que se quedan en el corazón y no sabes a donde vas…supongo que ha de ser eso.

La llamada.

Caminando por la calle un día paso por el punto donde se reúne el conocido escuadrón de la muerte; que es un grupo de no mas de cinco personas que tienen como único fin beber y beber durante todo el día, pero esta anécdota va sobre uno de esos personajes. En esta caminata encuentro a uno de ellos tirado en una esquina, mientras que otra se encuentra haciendo unas señas bastante ridículas por las condiciones en las que se encuentran, pero hay un detalle en esta acción. Tiene una mano puesta en posición de un “teléfono”, dedo pulgar y meñique estirados mientras que los otros dedos apuntando al centro de la mano. Mientras que la otra mano haciendo señas y movimientos fuertes, gesticulando con el rostro. Las ilusiones del alcohol después de estar todo el día consumiendo esa espirituosa bebida hace que ella piense que está en una gran charla con alguien, aunque ella no le pueda decir nada porque es muda.

Verdad o mentira.

Eso pasa cuando uno confía, cuando uno cree en alguna persona que no ha tenido la oportunidad de convivir y de poder ir construyendo una imagen mas confiable de esta. Pero bueno de eso se va aprendiendo, caminando poco a poco, conversando otro poco, todo sea por no caer en el mismo error.

El impertinente.

Una aventura como cualquier otra, un día una invitación llega, un punto de reunión ya conocido, llego. Música a todo volumen acompaña el local, cervezas circulando según pidan los clientes. Una, dos, tres, cuatro, cinco rondas, la música sigue, dos personas discuten, las voces se elevan, los intentos de calmar la cosa no terminan como se quisiera, TE VOY A ROMPER LA MADRE se dicen los dos, uno hace el otro, el destino no desea que se de este enfrentamiento, el tiempo lo dirá…

El otro Oaxaca

Una salida por la ciudad, un escape de lo cotidiano… se toma un taxi en la calle para llegar mas rápido a cualquier lugar se pide. El camino lleva a unas calles donde no se parecen en nada al Oaxaca de las cámaras y las gentes bien. Una señora vende unas flores un poco marchitas bajo una lona negra, muy pocos clientes pasan por esas calles, pero la necesidad es mas grande, casas por todos lados muy acabadas, pavimentos semi-destruidos. Así pasamos por varias calles, muy similares a las que vimos en un principio. Llegamos después de muchas vueltas al lugar que se deseaba, las calles limpias, amplias. Los círculos de miseria que toda ciudad tiene, un espacio limpio y bello para unos para los otros nada.

La Fiesta.

Hace unos días fuimos invitados a una fiesta, una como cualquiera, unos quince años de una niña que socialmente va a ser vista a la sociedad, el detalle es que esta fiesta tenia una gracia, una muestra de clasismo en la que las personas de economía amplia era instalada bajo el techado y los que forman parte de las capas populares eran puestos bajo lonas, si bien esta interpretación es totalmente parcial considere que era mejor salir y dejar a un lado ese cuento de soportar estar en el sol…

Re-aprendiendo

Recordar que uno es lo que hace y lo que vive, lo que aprende cada día con las personas que convive, dejar una huella, dejar algo de uno en los demás, así sea por un segundo, aunque esos otros ni se den cuenta de ello, amigos unos cuantos, somos seres que cambian que se modifican siempre y que esa amistad es por un momento, pero bien vale la pena ese momento…

Mentiras

Es un cuento todo, una seria de mentiras echar al aire, las ilusiones creadas y después tiradas, y que con eso, a quien le importa, un estado de psicosis generada, buscando alegría se encuentra depresión sin sentido…por que algunas personas terminan comiendo gui??…