La siguiente historia comienza así, había una vez uno de tantos pastores que se dicen representantes del señor en la tierra del hombre, que se inscriben un manto de pureza y santidad que resulta interesante para algunos y para otros soberbia. Este pastor tenía un grupo de personas que lo siguen como se ha de pensar ellos van construyendo a sus seguidores como sujetos obedientes a su palabra. Ante todo a seguir las palabras tal cual de este. Ya antes había escuchado casos en lo que se propasan en su función, indican algunas cosas de cómo vivir, pensar, hacer y demás; lo lamentable es que las personas los sigan sin cuestionar que hacen, si poner en tela de juicio que quien emite esos comentarios es una persona igual humana con sus complejos, aciertos y desaciertos. Lo que siempre se me ha hecho una barbaridad es que consideran las cosas por medio de “sueños”. Este pastor haciendo uso de esos consejos, le decía a los padres, ayer soñé que tu hija era “tocada” por el señor, “
Algunas cosas pasan desapercibidas, pequeñas cosas que nos hacen vivir y que podemos dejar en el tiempo. Las letras nos mantienen en la eternidad.