En ocasiones he salido a caminar, buscando nada, viendo a personas andando hacia todos lados, mirando sin mirar, en sus vidas monótonas. Como la de cualquiera. Pero en una de esas caminatas, yendo a cualquier lugar, te vi. Una mujer como otras, pero con algo muy especial, una sonrisa que me cautivó. Ese momento de tristeza desapareció. Pensé que existía la esperanza, que si alguien sonreía como tu era por que la felicidad se encontraba a la vuelta de la esquina. Pasaron unos días en calma, el mundo regresó a moverse. Pero un tiempo mas adelante caí en lo mismo. Quise buscar otra dosis tuya, te busque, pero en esta ocasión no encontré eso. Sino unos ojos tristes, una mirada que no quería ser levantada, que estaba ausente. Te quise preguntar muchas cosas, quise saber que te pasaba, pero al final no me atreví. Salí con mis problemas y los tuyos. Con la ilusión de volver a la calma. Algún día cuando tengas una gotita de alegría te pido que me regales un poco, me lo mandas con el pri
Algunas cosas pasan desapercibidas, pequeñas cosas que nos hacen vivir y que podemos dejar en el tiempo. Las letras nos mantienen en la eternidad.